Literaturra agradece a Agencia Walsh este boletín literario 
Treinta y cinco años se cumplirán el 22 de agosto de la masacre de Trelew. Incluimos en este pequeño homenaje versos del uruguayo Mario Benedetti, con la calidad a la que nos tiene acostumbrados; Vicente Zito Lema, mostrando al hombre cotidiano que es todo militante; el santafecino Edgar Morisoli, autor de tanto poema con olor a campo; Alberto Szpunberg, obligado a vivir en el exilio a partir de 1977; Jorge Falcone, con su habitual ternura que conmueve hasta lo profundo. Carlos Aiub es un poeta y  militante desaparecido cuyos hijos nos remitieron amablemente los poemas de él que hallaron en un cuaderno.
  Excelente literatura para un hecho inolvidable.
  Poema diecisiete
  Trelew y uno
  16 rosas rojas
  nacidas de madrugada
  regresarán cada noche
  de la tierra liberada
  (pintada callejera)
  retomo la vida de ustedes inconclusa
  retomo la poesía aquella también inconclusa
  retomo mi propio camino entonces
  (hace tres años Trelew 22 de agosto)
  y  busco
  mientras voy desempacando las viejas letras
  casi abandonadas
  intentando nuevamente redondear
  esta pequeña ofrenda
  este canto inútil
  este trágico recuerdo
  este renovado lamento
  y así reconstruir aquel poema
  consciente de que ni las viejas letras
  ni las nuevas sirven para mucho llegado el caso
  como tampoco sirven para mucho las buenas
  intenciones y los mejores deseos
  que si acaso alcanzaran para reemplazar a
  alguien carajo
  aunque este intento no pretenda eso
  aunque sólo se trate de regresar la memoria
  hasta aquella vida inconclusa de ustedes y seguirla
  hasta aquí y hasta más allá reflexivamente
  hasta el propio instante en que intentamos
  cuestionar nuestra ajetreada conciencia diaria
  aunque sólo se trate de contabilizar si querés
  Trelew bandera y grito de guerra de cuántos
  Trelew más
  aunque sólo se trate de volcar medio
  complicadamente la bronca que viene amontonándose
  de lejos en tiempo y esperanzas
  y que te enciende los puños y también la
  mirada
  aunque sólo se trate de escribir  buscando
  escupir toda esa bronca amontonada todo el odio toda
  esa necesidad que te invade por momentos de acabar
  con medio mundo y un poco más si querés de mandar
  todo a la  mierda
  aunque sólo se trate de escribir pensando (no
  como la forma más comprometida de pensar) en una
  fecha
  en un lugar en 16 compañeros y
  cómo y dónde te agarró todo eso
  y cómo lo trasladas a otras fechas a otros
  lugares y a otros 16
  por cuántos más compañeros y qué tiene que
  ver todo eso con la vida con el compromiso con la
  necesidad de escribir entre otras cosas que sabés más
  necesarias
  y entonces te surge la reflexión mezcla de
  ironía y sonrisa cansada y las palabras que ya son
  lugares comunes
  morir para que la vida viva
  morir buscando recorrerle su cono de
  sombra a la vida
  morir rastreando la luz entre tanta
  mierda junta
  morir para que el hombre viva
  morir apostándole a las tan
  vapuleadas esperanzas y alegrías
  morir a manos de los señores
  defensores oficiales del amor que empuñan su
  civilización y democracia calibre  9
  morir a manos de la propia historia
  que vos ayudas a hacer y que escriben otros... todavía
  morir... vivir... morir... vivir
  tal vez se trate de pura necesidad  dialéctica
  que se yo
  retomo la vida de ustedes inconclusa
  retomo la poesía aquella también inconclusa
  retomo mi propio camino entonces
  (hace tres años trelew 22 de agosto) y busco
  mientras la memoria sentenciada que transcurre
  recompone aquella mañana fría de otra
  Patagonia trágica unos 50 años después
  junto a la soledad fría de aquella cárcel
  regimentosa
  junto a la trampa fría muy mal disimulada
  16 vidas fusiladas
  lo único caliente
  16 rosas que custodian el camino de esperanzas
  y alegrías
  16 puños que se alzan por haberse acercado a
  la victoria
  y más allá de toda esta metáfora repensada mil
  veces complicada contradictoria lo real lo cierto
  una fe cada vez mayor en el triunfo
  por ustedes cumpas
  por ustedes.-
  Carlos Aiub
  Agosto 1975
  El Sur Es Negro Y Rojo
  Año veintiuno, vidalitá,
  coronel Varela,
  la peonada muerta, vidalitá,
  su miseria en vela.
  Mil esquiladores, vidalitá,
  fueron masacrados,
  porque los “señores”, vidalitá,
  se habían asustado.
  Vidalita negra de Santa  Cruz,
  soledad y muerte,
  Pueblo fusilado, cielo sin luz,
  ¡guay, cuando despierte!
  Como las espinas del quilimbay
  en el viento frío,
  voluntad arisca, vidalitay,
  la del pueblo mío.
  Patagonia negra, vidalitá,
  patagonia roja,
  se alzará esta tierra, vidalitá,
  que la sangre moja.
  Vidalita amarga la de Trelew,
  vidalita fuerte,
  Pueblo fusilado, tierra de pie,
  ¡guay, cuando despierte!
  Edgar Morisoli
  Buenos Y Mejores Aires
  Hay que ir acostumbrándose de a poco
  la jornada es tan plena tan bien fundada
  que nadie se anima a partirla en dos
  las cábalas se ocultan tras las columnas y los arbolitos
  los pésames se van chapoteando entre nubes
  hasta el hollín se demora en los toldos
  pocas veces amaneció tan invencible
  el pueblo  andrajoso y bienaventurado
  regresa con su olor que acalambra al barrio norte
  con su miseria que asusta a los miserables
  con su hambre que aterra a los dietistas del imperio
  el pueblo regresa puteando alegremente
  desanda sus lunas de humillación
  traga las desventajas y las muertes
  rescata consignas de las  alcantarillas
  y las escribe a lo ancho del cielo
  le da al bombo con su más generoso rencor
  y despliega la enorme pancarta de sus montoneros
  desde la casa rosada donde tiene lugar  el exorcismo
  hasta la verde memoria del queharán
  por la perpetua Rivadavia
  ruedan colmados semi remolques
  generaciones casi repletas
  frente a los enarbolados rostros de Trelew
  hombres condecorados por el aguante y la osadía
  dejan que en el consolado desconsuelo
  broten por fin los vivas y las lágrimas
  es posible que estos resistentes estos fieles
  nada sepan de materialismo histórico o de Jorge Luis Borges
  pero Trelew lo llevan en sí mismos como un coágulo
  y el coágulo Trelew se vuelve brújula
  por eso en este jardín no hay senderos que se bifurquen
  el coágulo-brújula apunta sin vacilación hacia Devoto
  adiós al laberinto adiós al dédalo
  adiós al relajo en antiguas lenguas germánicas
  este camino es recto
  el pueblo avanza puteando alegremente
  y las puteadas tampoco se bifurcan
  dan en el blanco y al  igual
  que en el viejo parque japonés de retiro
  los quepis van cayendo como patos
  entre las verdes olas de madera
  por Rivadavia pasan generaciones
  pasan camiones como tribunas
  el lunes abrirán los grandes bancos
  sus puertas segurísimas
  mas no serán los mismos
  se instalarán los oligarcas
  en sus inodoros  rosa pálido
  más no serán los mismos
  los consabidos asesores y aun los sinsabidos
  leerán making a president y la santa biblia
  mas no serán los mismos
  en modestos y cautos titulares
  la nación y la prensa mostrarán su amargura
  mas no serán los mismos
  después de todo no está mal
  que en su primera faena de poder
  con más intuición que las computadoras políticas
  y más sinceridad que los partidos electrónicos
  la libertad para los suyos
  la jornada es tan plena
  que nadie se anima a concluirla
  en Devoto las puertas rechinan
  los calabozos retumban a vacío
  y en las paredes dice patria o muerte.
  Mario Benedetti
  Buenos Aires, 25 de mayo de 1973.
  Poema quince
  Hace Un Año
  vos y Trelew
  "el clavel y la espada"
  las cosas pequeñas y las grandes cosas
  el verte de lejos venir corriendo
  abrazarme
  la cita de  control
  la alegría y la tristeza
  las flores del jardín que cuidamos con cariño y
  el amor-odio en cada minuto de nuestra diaria
  militancia
  la pérdida de tiempo tantas veces en cosas
  pasajeras y la carrera alocada de aquí para allá
  el encontrarnos vos y yo y la búsqueda
  permanente de la alegría
  el hijo nuestro que esperamos y la
  preocupación
  vos y cada una de las cosas que las veo un
  poco como tu continuación
  vos y cada una de las cosas que están más allá
  de vos
  vos como síntesis desprolija de cada una de
  todas esas cosas
  vos y aquel pedazo vacío de mi corazón sin
  conocerte y ya sin importarme conocerte y ya asimilado
  vos y mi miedo mi timidez mi casi dejarte ir el
  resignarme con una mueca de pena y rabia y un
  encogerme de hombros
  vos y yo juntos desde aquel momento y la
  senda cotidiana y gris en la modificación de la dura
  realidad
  vos y yo metidos en el lento aprendizaje del
  nosotros y ellos y todos
  hace un año tu cumpleaños
  la gente extraña el buscarnos
  y quedarnos solos el charlar de mis miedos  y
  mis sueños de forma inconexa tirados en el suelo
  la primavera las ganas de decirnos lo mismo de
  animarnos
  el regalo para vos y para mí
  el libro que me reservabas
  y tu deseo de compartir juntos el lugarcito que
  encontrabas en el mundo que yo tal vez despreciaba
  el canto del poeta en aquel libro "si todavía
  combato combatiré un poco por ti"
  desde hace un año creo un poco más en la
  casi-felicidad.-
  Carlos Aiub
  20/IX/74
5 x 1
  “En 1905 –escribe Lenin– los bolcheviques
  sobrevivimos
  porque fuimos los únicos que nos supimos replegar”,
  y es cierto, a más de 60 años y a esta hora, acá, quién
  va a discutirlo,
  pero a siete meses del 22 de agosto, tomando mate,
  yo pienso, compañeros, en la mirada clara de Pujadas
  que se abrió definitivamente a lo que vendrá.
  Los críticos demuestran que sólo mas masas, y tienen
  razón, ellos saben,
  las tías afirman que no por mucho madrugar, y tienen
  razón, ellas tejen,
  pero Pujadas tenía una campera oscura, zapatos
  marrones, un cortaplumas,
  un lápiz,
  y una letra diminuta sobre las servilletitas de los cafés.
  Hemos sembrado la tierra con muertos que sin duda florecerán 
  pero ahora retrocedemos a la saga de las inclemencias:
  “sobrevivir es la primera condición de la guerrilla”
  y sus huesos y sus carnes quedan ahí, apostados, insepultos,
  como cubriendo las huellas de nuestra retirada;
  la lluvia y el viento se encargarán de lo menos importante.
  Yo sé que volveremos por ellos y ellos lo saben,
  mejor dicho: lo sabían, y esto, esto es lo más duro,
  hablar en pasado quema el pecho cuando es inútil seguir fumando
  y la voz se quiebra como si nos contáramos historias de amor.
  A siete meses, el mate sigue su ronda y aunque
  naufrague en cada ausencia
  las urnas reventaron, compañeros, y es fundamental.
  El paso atrás es la única manera de avanzar,
  y recordar, para nosotros, es también hablar de mañana;
  sus fierros apuntan al futuro y, ya lo dijimos, no se  oxidan.
  Alberto Szpunberg
  Poema donde Rubén Pedro Bonet escribe a sus hijos
  Los que lo conocieron pueden atestiguar
  que era un duro militante.
  Igual lo saben sus torturadores
  que no lograron sacarle una palabra.
  Pero también es bueno que se recuerde
  que su última carta la escribió a Hernán y Mariana
  sus hijos de 5 y 4 años.
  recién llegado al penal de Rawson
  les contó cómo había viajado desde Buenos Aires.
  Primero en un camión de celdas sin día y sin noche
  y luego en un avión esposado al asiento.
  Pero él lo decía como si fuera
  una hermosa aventura en la Malasia
  –no se olviden de que era para sus hijos–.
  También les contó que en el penal hacía frío
  pero que a él tanto frío le gustaba
  y que fumaba y que leía y que tenía en la pared
  de su celda pegada la foto de Hernán y de Mariana
  junto a la de Carlitos Chaplin.
  Les pedía a sus hijos que lo vinieran a visitar
  si era posible para el 9 de julio.
  Que no faltaran a clase y que le contestaran la carta.
  Como Hernán y Mariana no sabían escribir
  le enviaron sus dibujos
  donde el duro militante tenía en vez de manos raíces
  y un alto sombrero de payaso.
  El día que se fugó del penal
  se ató del cuello una carterita de cuero marrón
  con las fotos de sus hijos la de Chaplin y los dibujos
  y aún la llevaba cuando lo asesinaron
  en la base naval
  bien cerca del mar y de una playa
  con enormes negras gaviotas.
  Vicente Zito Lema
  Literaturra agradece a Agencia Walsh este boletín literario 
  



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