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27 agosto 2007

Carlos Aiub- Versos Aparecidos

Este es el prólogo con que se publicó el libro. No hace falta nada más.

Sobre los Versos Aparecidos
La decisión de publicar estos poemas no fue fácil, fundamentalmente porque pesa sobre ellos la incertidumbre de conocer el destino que Carlos –nuestro padre- les había proyectado. Cuando la máquina de muerte ejecutada por la dictadura alcanzó a nuestros viejos, la familia debió recuperar de la casa que alquilaban en Tolosa las pocas cosas que no habían sido robadas o destruidas. Entre ellas, fue hallado un viejo cuaderno anillado -de paradójica marca Éxito- que contenía, de puño y letra, los treinta poemas que aquí se trascriben. Nunca sabremos si fueron sólo esos treinta los que escribió o éstos son una pequeña fracción de una obra que la acción represiva y silenciadora jamás nos permitirá conocer. Nunca sabremos tampoco si él hubiese querido hacerlos públicos, pero jamás tampoco tendremos esa respuesta.
Pasaron treinta años desde el secuestro de Carlos, durante los cuales sus escritos pasaron de mano en mano hasta llegar a las definitivas: las nuestras, las de sus hijos.
Como padres inexpertos, sobreprotegimos el cuaderno recluyéndolo en el silencio y la seguridad del cofre destinado a los patrimonios más valiosos -a esos pocos legados tan inevitablemente propios como la sangre donde esperó por años el fin de su cautiverio. Hoy hemos decidido por fin liberar los versos, aparecerlos, abrir la posibilidad a un pequeño triunfo, ganar una mínima batalla: la de volver a Carlos entre nosotros y, a través de su poesía, retomar su voz inconclusa.
La mayoría de estos poemas no poseen título, sólo unos pocos recibieron nombre. Algo similar ocurre con las fechas, no todas fueron registradas por Carlos. Esta publicación respeta el orden espacial que ocupaban los poemas dentro del cuaderno, y de acuerdo a ese orden han sido, tal vez irrespetuosamente, numerados.
Contemplando aquellos poemas fechados, resulta extraña la inexistencia de una línea cronológica dentro del ordenamiento espacial; una posible explicación imagina al cuaderno conteniendo trascripciones de una selección realizada por Carlos, hipótesis probable dado el confiado uso de la tinta y las escasas correcciones.
Hemos decidido además, acompañar las transcripciones con algunas copias de los poemas originales -de color amarillo tiempo- que nos permiten imaginar, como quien mira una vieja cinta Super 8, los movimientos cautos de su mano derecha hacedora de palabras cuyas mayúsculas no logran distanciarse.
Carlos nació en Coronel Dorrego y entre colegio, fútbol -con mas ganas que habilidad, según cuentan-, clases de plástica y algo de Beatles, trascurrió allí su infancia y juventud junto a sus hermanos menores, Riqui y Marita. Algunas viejas fotos lo delatan por esos años sobre el altar de la Iglesia del pueblo, primero como disciplinado monaguillo y luego como miembro de Acción Católica.
Una vez terminados sus estudios secundarios, Carlos emigró a La Plata a estudiar Geología, carrera en la que se graduó tiempo después. Durante esos años, la facultad, la pensión y la realidad descubrieron para él que la iglesia no era herramienta suficiente para alcanzar los cambios legítimos con los que comenzaba a soñar. Se acerca al Peronismo de Base e inicia su militancia barrial; allí conoce a Beatriz Ronco -Bea en sus poemas quién fue su compañera, esposa y con quién tuvo dos hijos varones. Juntos y en compañía de Riqui, eligen al Movimiento Revolucionario 17 de Octubre (MR-17) como nuevo espacio de lucha.
El golpe de estado de 1976 hirió trágicamente la historia del pueblo argentino y lo hizo con la misma intensidad en la familia Aiub: el 9 de Junio de 1977 detuvieron en La Plata a Beatriz Ronco y Ricardo Aiub, al día siguiente a Carlos, de quienes jamás se conoció su paradero; un mes después en un operativo asesinaron a Marita, a su esposo Rafael y a Claudio, el hijo de ambos de solo dos meses; también en julio de ese año, secuestraron en Coronel Dorrego a Maria, la madre de los hermanos Aiub, que tras ser brutalmente torturada, fue liberada. Con estas desapariciones y asesinatos aún cercanos en tiempo y espacio, fue hallado el viejo cuaderno anillado que todavía atesora los versos de nuestro padre; versos aparecidos.
La literatura fue una de las grandes pasiones de Carlos, él amaba la lectura y aún graduado y trabajando como docente en el Museo, continuaba sosteniendo su trabajo alternativo de venta ambulante de libros. La búsqueda por conocer qué libros habitaron su biblioteca no ha sido muy esclarecedora, a través de testimonios descubrimos que alguna vez recomendó como lectura imprescindible "A sangre fría" de Truman Capote y "Otra vuelta de tuerca" de Henry James. Es en este campo de sensibilidad y letras, donde nuestro padre libra batallas por escribir poesía o como el mismo definió por “escribir esos versos que aún intentás a golpes”.
Sus poemas sangran ante las evidencias de un mundo cruelmente desigual y persiguen el vértigo y la intensidad de una transformación urgente. Son flechas certeras que decodifican un universo de entrega y compromiso, donde la cercana posibilidad de la muerte no está siquiera seducida por la duda de una alternativa posterior, sino padecida como un vacío que no permitirá sintetizarse en ese triunfo inexorable. Su poesía encuentra espacios para reconocer en su amor por Bea al motor necesario para el cotidiano andar dentro de la realidad viscosa; nos cuenta sobre sus hijos, flores y proyectos, temiendo una violenta imposibilidad a verlos crecer, pero confiando en la libertad como único posible legado.
Hace algún tiempo, Juan Gelman, recordando a Paco Urondo, describía la indivisible unión entre militancia y poesía que el poeta desaparecido había alcanzado: “No hubo abismos entre experiencia y poesía para él; corregía mucho sus poemas, pero supo que el único modo verdadero que un poeta tiene de corregir su obra es corregirse a sí mismo, buscar los caminos que van del misterio de la lengua al misterio de la gente. Luchó con y contra la imposibilidad de la escritura. También luchó con y contra un sistema social encarnizado en crear sufrimiento."
Difícilmente encontremos un modo más claro para entender la vida y la poesía de Carlos Aiub. El rescate de estos versos hacia su publicación en papel y en su hermano formato web (www.versosaparecidos.com.ar) hubiese sido imposible sin la desinteresada entrega de Emiliana Carricondo, Julián Axat, Soledad Rodríguez
Sabater, Verónica Sánchez Viamonte y José María Pallaoro. Imprescindible también resultó HIJOS y su incansable lucha, refugio desde donde aprendimos a reencontrarnos con nuestros viejos. A todos ellos, infinitas gracias.-
Ramón Aiub Ronco y Juan Aiub Ronco.
Junio de 2007.-.

Nota: Se publica a continuación una selección de poemas del libro de Carlos Aiub, Versos Aparecidos.


Dos

Pienso en la muerte
desde hace varios días pienso en la muerte esa
que puede venir en cualquier momento y borrarlo todo
claro para vos se entiende
dejándote la duda de si empezás de nuevo las
horas y los días
los que cuidas ya no mucho para no olvidarte
y los otros que tampoco olvidás
los que tantas veces quisiste que no fueran con
ganas de dejar de ser vos mismo aunque con miedo
los sueños una y otras vez reemplazados hasta
este último tal vez definitivo
algunas flores que fueron flores y después
fueron muriendo
los versos que aún intentás a golpes
el amor y el odio juntos
sin saber cuál es cuál a partir de algún
momento
el camino interminable y tal vez nunca
interminado
la vida hecha hombre
la podredumbre y las cosas lindas siempre todo
junto
los recuerdos amontonados
junto a los por qué diablos no los hice
todo eso
la muerte que lo borrará todo y algo más que
ahora no recordás
todo eso que fuiste bien o mal oh concepto
liberal sin que te alcance nunca
cuando llegue la muerte y te tome desear estar
en otra cosa
que te tome así y no temer
como forma de escaparte lejos por un rato
como tantas veces lo intentaste o lo pensaste
un poco de vino para borrar las penas o alguna
droga para olvidar la tierra
o simplemente querer seguir durmiendo cuando
ves que todo sigue igual ahí en tu pieza
la muerte pensada así y no temida
mas la muerte que así no existe y entonces sí
temer
temer el dolor con que penetre el golpe que te

temer el dolor como cuando siempre
la forma del dolor y de la muerte empezás
también a imaginarla y temés
temés también tu olvido
o algo así
el qué pensarán de vos
si te recordarán
si tu nombre bautizará algo o servirá para algo
temer el final que no te deje ver el final
la victoria viste
las cosas nuevas que buscás
el nuevo sueño chiquitín continuado
temer todo eso y entonces si temer la muerte
que se puede venir y no la deseás
y te aferrás a la vida con todo
porque querés vivir simplemente para ver
cuando al final la vida viva
el nuevo dolor lo pensás más tarde.-

Carlos Aiub


cuatro

Me marcho despacio
siguiendo una estrella dirijo mis pasos
ya es de mañana
como cada día
un coro de aves anuncia el suceso
y un ángel payaso
como mi destino
señala el camino
que es un tobogán
por donde deslizo mi andar cabizbajo
anoche fue otra
la almohada un banco
en plaza de barrio
manto de luciérnagas
reloj de los autos
que así despertaron
mi ausente letargo
me marcho despacio
adonde me lleve mi ángel payaso
hasta aquella estrella
que alumbre mis pasos
y así cuando llegue
al jardín que busco
(o encuentre un abismo)
termina el camino
arranco una flor
o sino me largo.-

Carlos Aiub


Seis

Nada más que una dulce y pequeña melodía
y lo que puede haber detrás de ella
un libro una imagen un lugar un recuerdo
un pedazo de tiempo que vuelve
que te toca
que te hace repasar sobre muchas cosas
un poco sobre vos mismo
preguntarte si con esto alcanza
la duda por saber si esto que sentís algún día se
acaba
el rosario de instantes de vida que se pierden a
lo lejos
y allí emergiendo otro tipo otro lugar otros
rostros otros sueños
hace apenas unos meses donde mucho de esto
que te cuento aún existía
y así periódicamente
es confuso
es confuso lo que siento y lo que escribo
otra vez tirado sin saber muy bien por qué
los ojos que se nublan esperando el micro
los puños cerrados mientras caminás
la agresividad que por momentos te empuja
imágenes gritos de victoria y esperanza o ganas
de ser una cosa tenue llevada por el viento y volver a
nacer
las dudas por saber si alcanza sólo con el
voluntarismo el ir de aquí para allá el odio y el amor
juntos en cada palabra o en cada mirada
si alcanza con el optimismo o el querer limpiar
a medio mundo
si alcanza la puteada la bronca
esas son las dudas
hasta dónde llega el optimismo
qué hay mas allá de una teoría revolucionaria
qué es lo que espera y si no espera nada
uno se pregunta para qué carajo morir por amor
y otras tantas cosas
esto es lo que pienso pero no me hagas caso
son las rachas que de tiempo en tiempo me
vienen
y más allá de esas dudas seguir adelante
sabiendo que esta es tu vida ya y que no podrás
salirte porque no querés salirte
o porque tal vez allá adelante te espera la duda
y tenés optimismo
y querés resolver esa duda
o porque tenés ganas de morir para ayudar a la
vida con un cachito de vida a seguir adelante
no me hagas caso
aunque se me nublen los ojos
aunque no sé qué me pasa
sigo adelante y junto a vos.-

Carlos Aiub


Nueve

Te cuento de las flores aquellas que decidimos
un día cuidar juntos
de cómo intentamos hacerlo
de cómo hay que regarlas día a día para que no
mueran
de cómo el yuyal avanza si nosotros nos
quedamos
si bajamos los brazos
de cómo las hormigas pueden matarlas
de cómo sus tallos son aún débiles
de cómo su verde aún no alcanza
de cuánto falta para que florezcan
y cuánto falta aún sembrar
te cuento de las flores aquellas que decidimos
un día cuidar juntos
y tengo miedo de no verlas.-

Carlos Aiub
10/VI/74.


Once

Un año hace apenas
cuando compartía mi soledad
en aquellas caminatas de vuelta a casa
con alguna canción nueva
silbando
con la lluvia las hojas secas
la noche las estrellas
levantando mi mirada de tanto en tanto hacia
arriba y preguntando por qué
un año hace apenas
cuando ya creía que aquel pedazo de mi
corazón quedaría vacío
cuando pensaba que no llegaría ya más hasta la
lejana casi-felicidad
un año hace apenas
cuando nos conocimos casi yo sin darme
cuenta
cuando aquel pedazo de mi corazón vacío
comenzó a llenarse
cuando di un paso hacia la lejana casi-felicidad
un año hace apenas
cuando aquellas caminatas de vuelta a casa
con alguna canción nueva
silbando
con la lluvia las hojas secas
la noche las estrellas
levantando mi mirada hacia arriba de tanto en
tanto
y preguntando por qué
ahora sin tanta soledad
tomado de tu mano.-

Carlos Aiub
16/VI/74.


Doce

La tristeza es una figura de humo
muy cierta por cierto
la tristeza es una niña vestida de otoño
un encuentro común aunque no la busco
la tristeza es un pedazo de cielo tras la ventana
pequeña de una celda
es morir y no ver el triunfo.-

Carlos Aiub
abril / 75


Veintiuno

Porque sos como sos
por haber llegado cuando creía no encontrarte
nunca
por haberte encontrado
por haber rebalsado mi corazón con ese cachito
grande de amor que aún faltaba
por esa búsqueda de vos que ya se acaba
por hablarnos en silencio
por la alegría de conocerte
por esa tu mirada que simplifica la ternura
por esas viejas dudas que ya comienzan a
disiparse
por esa paz contradictoria
por esa paz contradictoria que sentimos
metidos como estamos en esta guerra diaria
por el símbolo que es esto sentados bajo un
árbol tu beso y mi beso y en mi cintura un fierro
por toda la bronca que nos une y también la
alegría
por la dulzura de tu sonrisa que arrancaría así
como alguna flor amada
para guardarla junto a mí así
siempre sonrisa
para que no se vaya
y cuidarla tanto como para que nunca muera
como suelen morir las flores que se arrancan
porque te quiero a vos entonces y tenerte
siempre cerca con tu sonrisa y tu mirada con toda vos
entera
por tu presencia
por tu cariño
por nuestras ganas de vivir las cosas grandes y
pequeñas
por esta búsqueda total que comenzamos a
Carlos Aiub - 57 - Versos Aparecidos
intentar juntos hasta la victoria final si hay final
porque sé que puedo darte algo
por todo eso
por todo lo que no puedo sintetizar en este
nuevo intento de poema
por lo que no alcanzo a decirte
porque soy feliz y porque no sé si tengo
derecho a serlo tanto
y quiero seguir siéndolo casi como en el viejo
poema aquel que te mostré
porque tengo menos miedo
por todo eso
por todo eso Bea
por lo que va a venir
por lo que buscamos
por todo eso Bea
te quiero.-

Carlos Aiub


Veintidós

Ser feliz como soy
y no saber si tenés derecho a serlo tanto
y querer compartirlo
y mirarte de lejos
y gritarte te quiero
y buscar las palabras que lo digan todo
Bea Bea.-

Carlos Aiub

AGENCIA DE COMUNICACIÓN RODOLFO WALSH

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Veintiséis

Un globo así de grande y mil colores diferentes
bien brillantes
cada una de las formas aún difíciles de la
libertad y la ternura
los ojos que se enciendan
las manos que se animen
ceremonia inicial del encuentro y el asombro
un globo así de grande y mil colores diferentes
bien brillantes
para vos
por esa distancia de aquí al tiempo total de la
libertad y la ternura
herencia fundamental de la búsqueda
para alcanzar el encuentro y el asombro
para no perderlos nunca.-

Carlos Aiub
dic / 75


Literaturra
agradece a
AGENCIA DE COMUNICACIÓN RODOLFO WALSH
este boletín

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