Para comenzar tenemos el primer boletín literario de Agencia Walsh dedicado al encuentro en San Marcos Sierra.
Desde Literaturra convocamos a nuestros lectores a enviarnos sus materiales literarios referentes a la dictadura militar y a la actual citación de los derechos humanos y políticos en
Biblioteca Popular de San Marcos Sierras - Córdoba - Argentina - Sud América - Planeta Tierra–
émail: labibliotecapopular@yahoo.com
Algunos se fueron añorando volver; otros se quedaron, esperando los regresos. Todos desplegaron en el encuentro su deseo de decir, escuchar y compartir.
La poesía tuvo fuerte presencia en San Marcos Sierras, como expresión de poetas y de grupos literarios como Sobre Poesía y Los del Fondo, presentados respectivamente (y poéticamente) por Ana María y Jorge Brioso.
Sólo unos pocos trabajos para compartir con los lectores este domingo. Pero prometemos más.
San Marcos
la remissera filósofa y filántropa
la abuela coreógrafa y el nieto que conoce los secretos del cerro
la comuna hippie y la no-hippie en armonía
el camino estrellado
la lluvia con estrellas
las mariposas multicolor
los yuyos aromáticos
la gente que se saluda al subir al micro, en el viaje en micro, al bajar del micro, al caminar por las calles, por el río, por la plaza........
la pintora que pinta ropa
la gente común y solidaria
los artistas, los músicos-actores-poetas
la biblioteca popular
el Chelo dentro de su mural
la feria
el farmacéutico cantando a León
Pachanga Mama
y los titiriteros
los periodistas que quieren saber lo que siente la gente........
Karin y su presencia, aun sin estar..
los algarrobos, los mistoles, la tuna y el cayote
los perros callejeros que juegan por la plaza
y los perros de ciudad, que al fin conocieron el cerro, los abrojos y el aire seco
los nuevos amigos y los que siempre están....
las almas afines buscando y siguiendo su camino........
con pesares infinitos y con inmensas-inconmensurables alegrías.
la familia es esto
esto es des-exiliarse
esto es volver a casa
Hoy me encontré con tu muerte, compañero
hoy has muerto. Bueno, es un decir, en verdad, hace tres años
las noticias tardan, a veces, muchas muertes en llegar.
Tu noticia llegó vestida de poesía
la que gritabas desgajado, desesperado, llorando
cuando la rabia humana hacía un agujero en tu poeta
y entraba a darte vuelta por los vericuetos más profundos
y como el verso no es sino la verdada de cada uno, de cada día
saliste a pelearte con la vida en la contradicción vida – muerte
salite a la guerra donde matar al enemigo es bueno
y te mataron
...y la esperanza se llenó de ti
y de los otros
y todos los soes florecieron la eternidad que vos querías
desde ti
desde los que como vos, como Javier
”no se reían de la muerte
sino que festejaban la vida”.
POEMA II
Sin nadie que lo quiera
a nadie enamora
solo, sin sus dientes
solo, sin su vida.
Alguna vez fue joven.
POEMA III
Todo estaba como muerto
una presencia de huesos se sentó a la mesa
y aquella vieja algarabía comió en silencio
POEMA IV
Aprendí la inmensidad del mar
en las orillas de mi cuerpo.
Sobre Poesía
Piedra sobre piedra en las arenas del desierto, el hombre construyó las pirámides. Culto a los muertos, ofrenda a los dioses, permanecen a través de los tiempos; un alfabeto tallado, cincelado, nos acerca a una civilización espléndida. Mitos, leyendas y ceremonias relatan la historia de un pueblo brillante que ha quedado sepultado bajo los vientos de la eternidad.
Palabra sobre palabra, el poeta busca establecer el equilibrio del alma y permanecer a través de sus versos. Nuestras frágiles hojas, en un intento por trascender a través de los poemas, reflejan lo mejor de nosotros con todo lo imperfecto que nos acosa. Tratamos de escribir lo fugaz de la vida para volverlo indestructible, perdurable.
Te observo
con nostalgia al atardecer
como a una antigua foto familiar
amarillenta de años, aromática.
deformados por las cálidas brisas
tus horizontes se alejan inalcanzables.
navego con el viento en el oleaje
de los pastos, en su danza ritual,
y se huele, se respira tu brava esencia
que recorre las verdes distancias,
en busca de un corazón sensible, Paisano.
nada ha podido ocultarla, está allí,
en una puesta de sol, un amanecer,
en un testarudo cardo.
inmensa, quieta, profunda, sonora, callada...
ningún cerco pudo con tu inmensidad,
ninguna negra cicatriz acortar las distancias,
o acercar los infinitos horizontes.
para algunos eres un punto en el mapa,
o la región de un país como tantas
que se desvanece en las memorias
aradas por los siglos,
resistiendo al paso del tiempo, al olvido.
para mí el centro del universo,
cuna de mis sueños,
donde todo comenzó y terminará.
Los del Fondo
En el fondo se escribe esta otra historia
paralela. Real. Inconciliable.
Los del fondo oyen mal lo que se dice
pero ven el total de lo que pasa.
Ir al fondo es tomar todos los riesgos,
asociarse a unos pares retobados,
irremediablemente malvenidos,
inoportunos, mal entretenidos.
Pero en el fondo somos gente buena,
porque allí el ser humano se libera
de lo no dicho, de lo conveniente,
lo obligatorio y lo ceremonioso.
Al fondo, todo ser vale una vida
y nadie vale más que ningún otro,
pues nadie quiere que alguien valga menos:
pasar al frente es pena de destierro.
No es este un fondo heroico o victorioso,
ni siquiera acreedor o monetario:
Es un fondo común, sencillo, humano,
no muy piola, tampoco tan otario.
Pero nos guardan un cierto respeto
y hasta incluso se cuidan de tocarnos.
Tocar el fondo es conocer verdades
que no son publicadas en los diarios.
Fondo de íntimas complicidades
sólo para vecinos y vecinas:
ser del fondo es una elección señera
que nos estigmatiza de y por vida.
Llegar al fondo es entrarle a la vida.
Un fondo no opulento o parquizado,
hecho con más esfuerzos que recursos,
Mas nunca un fondo amargo o resignado.
Aún conociendo el rigor del destino,
Los del fondo siempre están tramando algo.
Esa trama nos da razón de ser.
Las manos del abuelo
Toda la vida en la mano del abuelo,
agrupada en las puntas de los dedos,
luminosa en las uñas,
mimosa en las arrugas,
temblequeándole risas del hijo
que nacieron en ella,
jugándole los juegos
remotos de la plaza,
palpándole los rizos al pasado,
doliéndole la fiebre,
contándole sumisa los milagros,
se derrama sobre la cabeza del niño
que sumergido en noche,
dormido sin remedio,
dibujado en la sábana desierta,
se dispone a morir.
Toda la vida en la mano del abuelo;
la soledad callosa del mango de la azada,
el frío del metal,
la cuerda de guitarra y el soplo de la flauta;
las siestas de los cuentos,
la manzana pelada,
la tristeza en los ojos de la guerra.
Toda la vida en la mano del abuelo
se ha derramado sobre la cabeza del niño
que sumergido en noche
y abrasado en ojeras
se dispone a morir
pero no puede; no quiere;
ya no sabe morir a edad temprana
porque toda la vida en la mano del abuelo
se ha derramado
con su amor y su sangre,
con su calor antiguo,
con su misterio ignoto
sobre su ardiente frente enrojecida
para elevarla,
sacarla del hechizo.
Toda la vida en la mano del abuelo,
Todo el abuelo en la mano de la vida.
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