Con aroma a cedrón y música de río
No Todo Es Verso está en San Marcos Sierras, colaborando en la preparación del Segundo Encuentro Artístico, que tendrá lugar a principios del 2009.
Y los compañeros de aquí, que además de recibirnos con la calidez que los caracteriza, trabajar (en la feria artesanal, en la biblioteca popular, en la cooperativa de artesanos o en tantos otros lugares), llevarnos a recorrer paisajes maravillosos, reciclar plásticos y papeles, pelearse con las mineras, cocinar como los dioses, sonreír y contagiar ganas, suelen hacer literatura, nos regalan hoy este boletín con aroma a cedrón y musiquita de agua que corre entre las piedras.
Que lo disfruten.
Dos pesos
Todo era dos: dos amores, dos gatos, dos perros, dos casas, todo en su vida era dos. Decidirse era dos veces complicado.
Pero él era eficiente; con gestos que transmitían sus valores, y con la frente alta, llegó a distintos puntos de la política. La sociedad lo apoyaba y lo condujo a los caminos de la dirigencia. Claro, todo seguía siendo dos: dos secretarias, dos conserjes, dos chóferes, dos coches… Y vinieron los tiempos de pizza y champaña, de fiestas, y su vida era lo que jamás había pensado en épocas de valores austeros y nobles; le parecía un recuerdo casi infantil.
Un día se despertó entre sus dos camas, sus dos amores, y con una sola y única idea estupenda y doblemente brillante y única para el país y se dijo en voz alta: "Todo por dos pesos".
Y el país, recibió al todo por dos pesos con alegría, fiestas, globos de colores y papel picado. En las grandes capitales, pueblos, ciudades y en cada cuadra había un todo por dos pesos. Lo aclamaban. Se sentía logrado, él estaba feliz; ya no tenía dudas: las había expresado, exteriorizado y su ambigüedad crónica ya no existía.
La dualidad estaba entonces en otro lado. Todos los ciudadanos del país decían "Todo por dos pesos". Lo aclamaban y lo buscaban. Además, se iban embebiendo de lo falso, de lo mediocre y empezaron a no discernir. Porque claro, como todo era dos, y los dos no eran nada, se iban vaciando hasta quedar sólo uno por… que no sabían por qué…
Y después llegaron otros tiempos, cambios, y los todos por dos pesos desaparecieron como si nunca hubieran existido. Pero existían en la mente de cada habitante. Y él, solo, sin su dualidad, ni confusión, quedó perplejo ante el fenómeno y claro, en ese vaivén de la vida, a veces no tiene ni dos pesos partidos por la mitad.
Por suerte, por desgracia
Una persona viajaba en avión.
Por desgracia se resbaló, cayó.
Por suerte, tenía un paracaídas.
Por desgracia, este no funcionó.
Por suerte, allá abajo, una montaña de pasto.
Por desgracia, en ella sobresalía una horquilla.
Por suerte, la persona cayó lejos de la horquilla.
Por desgracia, apareció cerca de la pila de pasto.
José Luis D'Amato
Leyes terrestres
Petete Estevez ve decrecer el ente en el este; es el semestre que fenece. Entre el verde debe querer verse, teme perderse.
Semele se mece en el éter, ¿debe meterse? ¡Espere, Estevez! Se desprende del rebenque, descree del éter, merece entender: es que perder el temer perderse en el verde, le pertenece, ¡debe entretenerle! De repente cree ver, es Deméter que le precede, terrestre; pretende que Petete le penetre. ¡Entre Estevez!
El ser depende de Deméter: en tres veces tres mese, emerge, ¡se le ve el ene! ¡Es nene! Se mece, bebe leche, crece, lee, ve, cree, perece. ¡Qué de leyes terrestres debe de tener Deméter!
Eduardo Marcuzzi
La vida
Un camino rodeado de luz
que cruza el infinito en llamas
para lograr que todos los humanos
conozcan la paz en este mundo.
Una mancha roja en la pared
estallidos fuertes y ruidos de armas
defendiendo un mundo en tinieblas.
La vida depende de un hilo
que si se corta cambia el futuro
tengamos amor y cuidemos la Tierra
que la juventud quiere disfrutar.
Copihue (Delfín Barraza)
Los protocolos de las mujeres
Miguel creía que su fama de paranoico se debía a la persecución de que era objeto por parte de todas las mujeres del universo, que habían jurado no hacer nunca el amor con él. Para probar este siniestro propósito de la raza femenina, daba su virginidad, a los 40 años, como argumento central e irrefutable. Había hecho –decía- pruebas empíricas en muchos barrios y países. Se acercaba a una mujer (de cualquier edad o condición) y proponía:
-- Señorita ¿querría Ud. Acostarse y hacer el amor conmigo en un establecimiento de precio módico pero de inobjetable higiene?
Miguel aquí siempre recalcaba que hablaba con absoluto respeto, que no las tuteaba y que no había motivo alguno para la ofensa.
- Sin embargo me vengo sin debutar.
El otro intentó reflexionar.
-A lo mejor no debería decir lo del precio módico del hotel.
Es que quiero que sepan que me conformo con lo que ellas puedan pagar.
Grito
Hay un niño
gigante de dolor
colgado a tu ombligo
con un ala
aferra la luz
La esperanza
es una guerra
perdida
de antemano
Una mariposa
asoma
a sus ojeras
y vuela...
Literaturra agradece los boletínes No todo es Verso a: AGENCIA DE COMUNICACION RODOLFO WALSH